Cinco siglos no son nada
El Perú es un “país minero” desde hace 5 siglos; pero en los 11 o 12 milenios anteriores a 1532 no fue un país que lo apostara todo o casi todo a la minería. Productivamente era un país más diverso, que disponía de conocimientos científicos y los aplicaba con gran eficacia en la vida económica y social. No digo esto para rechazar de plano toda actividad minera, sino para indicar que esta debería ser solo una de las tantas actividades productivas que podemos desarrollar en el marco del respeto a los derechos y las potencialidades de los pueblos del Perú. Por otro lado, se dice que el Estado es “un obstáculo” para la inversión minera; sin embargo, en muchas partes del Perú el Estado no es visto como un obstáculo de dicha inversión sino como un aliado de la misma y distante, cuando no hostil, de los pueblos.