
En nuestro país la legislación de la actividad minera es una herencia de la actividad minera colonial, donde la metrópoli española autorizaba, “ahora lo llamamos concesiones”, mediante una petición de gracia la explotación de los recursos sin importar quienes habitaban los territorios, que actividades se desarrollaban y las relaciones comerciales y sociales en su entorno. Mientras no revisemos y definamos nuestra legislación minera, que debe cosiderar la promoción de la explotación minera pero no solo consecionando el sub suelo sin importar los habitantes y la dinámica que existe en el suelo del potencial minero, difícilmente podremos involucrar buscando complementos entre la actividad minera y el desarrollo de su entorno. El debate siempre nos dirige a “juntar”, “unir” ambos componentes cuando en realidad deberíamos tener un marco legal que conciba desde el inicio como una unidad. Después de ello, podemos iniciar las discusiones de cómo mejorar la competitividad minera, su aprovechamiento sostenible y su contribución al desarrollo del país.
Buenas tardes, la minería es la principal fuente para superar la grave crisis económica que estamos enfrentando, por ello es importante que se puedan fortalecer e incrementar y promover nuevos proyectos de gran envergadura. Para tal fin, es fundamental que el estado promueva la inversión y asuma su rol de regular y monitorear permanentemente estos proyectos a fin de evitar que malas practicas generen problemas ambientales y conflictos sociales. Así mismo, el estado con la participación de las poblaciones, deben diseñar y concertar una idea de desarrollo que permita cerrar efectivamente las brechas sociales. No se puede repetir la situación que vivimos actualmente, años de crecimiento económico que no han revertido el nivel de pobreza , y el limitado o nulo acceso a servicios básicos, como el agua, y derechos, como salud y educación.